Mientras la "Chacapiedras" explota de veinteañeros haciendo la previa con cervezas heladas, en Jujuy al 200 los cuerpos se prenden fuego con los roces de la salsa y la bachata. El bar está repleto y todo el mundo sonríe y se mira mientras dejan en libertad sus caderas. "Es que no hay tanta histeria; el que viene quiere bailar esta música porque es la que le gusta en serio, y disfruta de bailar más que de presumir", explica César (27). No parece, realmente, porque con la manera en que se miran, el visitante siente que la pista está a punto de entrar en erupción. Según los días, los salseros tienen ciertos bares -no más de tres o cuatro- para elegir. Mucho de ellos no suele ir a bailar lo que se baila en otros boliches, porque lo suyo son los ritmos caribeños. Y se dan vueltas con lo que hay.
Ya son un poco más de las 2 y los choris empiezan a salir de las parrillas del Abasto. Hay algunos boliches y pubs abiertos y en la competencia de volumen gana la cumbia y el reggaetón, sin ninguna duda. Hay Culisueltas y Wachiturros por doquier y adentro del boliche, unas especies de jaulas con un caño para baile hacen volar la imaginación hacia un sábado próximo.
Pero en este paseo también hay otras alternativas, y en un boliche gay friendly el pop y la electrónica suena todos los jueves sin piedad. "Acá los jueves es religión, porque es el primer boliche gay del Abasto", dice Florencia Córdoba y recuerda épocas en las que no podría salir a bailar tan abiertamente: "era mucho más tapado", aclara. Actualmente funcionan cuatro locales gay friendly en el Abasto, y conviven en paz con el resto de la movida.
Los que buscan electrónica pura y toda la noche, con DJs en vivo tienen sus lugares. A los que les gusta bailar "de todo" (desde el pop hasta el reggaetón, pasando por la electrónica y sin solución de continuidad), las alternativas les sobran, más lejos y más cerca, más barato y mas caro. Hay música y pistas para el que busque, pero todos coinciden en lo mismo: la noche es demasiado corta y siempre te deja con ganas.
Lejos de la wachiturreada
Quieren bailar más que "enganchar"
"En los lugares donde ponen salsa el hombre saca a bailar y tiene un sí asegurado, porque se baila por el placer del baile y no por el levante; obvio que algo se engancha, pero no es esa la intención" María Luz Campero (17), en el bar "Crusoe".
Una culisuelta no baila si no le dan un trago
"Mi banda favorita son ?Las culisueltas?, las escucho siempre. El Abasto tiene toda la fiesta, los chicos son buena onda. Para que te saquen a bailar, tiene que empezar por un trago, si no nada. Yo tomo lo que sea, no tengo drama". Nadia Godoy (20).
"A las 4am no termina nada"
"La ley de las 4 me parece una equivocación total. Supuestamente es para controlar el alcohol, pero a esa hora te vas a un after. A las 4 no termina nada, lo único que genera es que busques salidas fuera de la ley: ves casas con fiestas, con alcohol. Como temprano, a la noche se sale a la 1.30" Maximiliano Rodríguez (18).